La manera en cómo la hice yo es la siguiente.
Despensa:
Nata liquida, 400 ml aproximadamente
Queso Mascarpone, 250 gr aproximadamente
Azúcar
5 huevos
Esencia de vainilla
Preparación:
Separamos un poco de nata, como 2 vasitos, y la mezclamos con el queso mascarpone. De esta forma ligamos el queso para que nos quede cremoso y totalmente homogéneo. A esta mezcla le añadimos el resto de la nata y el azúcar (la cantidad depende de lo dulce que nos guste). Los huevos los batimos separadamente, bien batidos y se los añadimos al conjunto. Finalmente, agregamos la esencia de vainilla (tener cuidado de excedernos).
Una vez esto, y precalentado el horno a 180 Cº, en una bandeja amplia la llenamos de agua. En pequeños cuencos de cristal, idóneos para flanes o helados, ponemos la mezcla y éstos los ponemos dentro de la bandeja. Así conseguimos cocinarlos al baño maría en el horno.
La duración de la cocción depende, según vayamos viendo y lo dejamos a una temperatura media, en el que el agua no ebullicione excesivamente.
Una vez hechos, los dejamos enfriar en ambiente y luego a la nevera.
Como postre tras un almuerzo ligero o bien como merienda, está delicioso!
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